Las empresas familiares hoy en día son el sustento de gran parte de la economía de cualquier país, inclusive México, y su desaparición es generadora de desempleo y crisis económicas, por ello el mantener y dar continuidad a este tipo de negocios es fundamental para lograr el desarrollo de las economías.

México no es la excepción, lamentablemente la gran mayoría de las empresas familiares en el país desaparecen por la falta de un plan de continuidad aunque estas lleven más de tres décadas en el mercado. Lo cual se puede resolver hoy en día si el dueño (emprendedor) establece a tiempo y de manera clara un plan de sucesión.

Importancia de las empresas familiares en América.

La empresa familiar es de suma importancia para las economías de América ya que tanto en México como en los demás países, las empresas familiares representan entre el 75% y 85% del total de las empresas de cada país y en cuanto a su contribución económica aportan en promedio para la región el 75% del Producto Interno Bruto (PIB) de sus economías, además de emplear a casi el 80% de la mano de obra productiva, por lo que hablar de manera global de la importancia de la empresa familiar en la economía de los países es fundamental, y como podemos entender en México el papel que juegan estos negocios es vital para el logro del Plan de Desarrollo México 2030.

Hoy en día cuando escuchamos hablar de empresas familiares nos imaginamos las pequeñas tiendas de abarrotes de la colonia o los pequeños establecimientos de comida (fondas), las cuales efectivamente en su gran mayoría son empresas de tipo familiar; pero no podemos dejar de ver empresas de mediano tamaño como las cadenas de Farmacias Guadalajara ó San Pablo, también los supermercados como Chedraui, Comercial Mexicana y empresas trasnacionales como Bimbo, Televisa, Grupo CARSO, Cemex, etc., ya que estas a pesar de su complejidad y dinámica siguen siendo empresas familiares, ya que el control general de las mismas aún lo mantiene una o dos familias que poseen la mayoría accionaria, además de participar directamente en la administración de los negocios mencionados.

Impacto de la empresa familiar en la economía.

Por la importancia que tienen como hemos visto las empresas familiares en el entorno económico y de generación de valor, no podemos imaginarnos que desaparezcan estos negocios por falta de un plan de continuidad para el momento en que se tiene que dar el cambio generacional en la dirección de la empresa. Sin embargo las estadísticas revelan que más del 70% de las empresas familiares en México desaparece debido a que no hay un plan de continuidad para el momento en que el fundador (emprendedor) decide retirarse o por cuestiones de salud enferma o muere. Muchos de estos negocios pueden tener más de 25 años en el mercado y en algunos casos hasta más de 40 y en cuanto a su tamaño se refiere, tienen desde 4 hasta 50 empleados, los cuales quedan al desamparo si la empresa donde laboraron por varias décadas desaparece debido a que el fundador no definió ni preparó el cambio de estafeta en el mando del negocio.

Nosotros como emprendedores sabemos lo complicado que es lograr que una empresa pueda subsistir los primeros 5 años y luego el esfuerzo y energía que se debe poner para lograr consolidarla en los siguientes 10 años. Esto es una labor muy ardua que podríamos considerar que una vez transcurridos los primeros 15 años en cualquier negocio podemos considerarlo como maduro pero para llegar ahí es toda una historia de éxitos y experiencias difíciles, que se pierden en la mayoría de los casos al paso del tiempo, por no preparar a la segunda generación para dirigir el negocio.

La sucesión y continuidad de la empresa familiar

Podrá parecer un tema sencillo, pensar en la sucesión de la empresa, pero al mirar de cerca las vivencias y situaciones que tienen los empresarios con sus negocios, se abre todo un universo de posibilidades para no lograr la continuidad en el negocio, cuando no se planea.

En nuestra cultura Latina es muy práctico pensar en lo inmediato y abocarnos a atenderlo con diligencia, mientras que pocas veces revisamos el mediano y el largo plazos. Lo cual obedece en muchas ocasiones a las múltiples ocupaciones que tiene el empresario emprendedor; al atender la operación del negocio debido a los múltiples imprevistos que se presentan, como pueden ser pedidos urgentes de clientes importantes que los realizan en el último momento ó bien  pedidos de clientes que hemos estado prospectando desde hace largo tiempo y de repente en el momento menos esperado se dan de manera súbita y se tienen que atender, ya que de otra forma se puede perder el negocio que se ha buscado durante largo tiempo. También es importante considerar los problemas operativos que nunca faltan en el área de proceso, son situaciones que mantienen la mente del empresario ocupada y atendiendo estas urgencias, por lo que le dejan muy poco tiempo para visualizar el largo plazo.

El valor de seguir aprendiendo de los errores y las generaciones más jóvenes.

La falta de tiempo como se menciona en el párrafo anterior aunado a que algunos de los valores que han dado sustento y fortaleza a la empresa familiar en un inicio, cuando el emprendedor se ilusionó con la idea de un proyecto próspero y que le llevó a tomar riesgos en ocasiones medidos y en otras no tanto, pero que con mucho trabajo, esfuerzo y dedicación lo han llevado a aprender de sus errores. Esta experiencia se pierde irremediablemente sin la planeación mencionada.

Con el paso de los años cambia mucho la visión del empresario y lo lleva a ser poco arriesgado y toma con mucha más cautela los nuevos proyectos y el desarrollo de nuevos mercados, en ocasiones ya no le gusta arriesgar, lo cual es contradictorio ya que en el principio del negocio el riesgo era un aliciente. Esta situación es contradictoria cuando se trata de integrar a las nuevas generaciones ya que estas son mas afectas al riesgo como lo fue el emprendedor en un inicio pero por el momento de la vida en que se encuentra éste, ya no desea tomarlos y esto le genera conflictos que llegan a ser muy graves con las generaciones más jóvenes; principalmente con los hijos, quienes desean integrarse al negocio pero no se les permite tomar decisiones ya que se les ve como personas inmaduras, poco responsables y desconocedores del mercado. Lo cual en algunos casos es cierto pero esto se puede solucionar con un plan de sucesión y un entrenamiento adecuados, que les permita formar y pulir los aspectos más relevantes de la toma de decisiones, para tener buenos líderes que den continuidad a la empresa.

En lo personal me parece lamentable ver que se llegan a cerrar empresas exitosas en tal cantidad como se da hoy en día en nuestro México, sabiendo de la necesidad tan grande que hay por generar empleos y todo ello debido a la carencia del plan adecuado para la sucesión del negocio. Especialmente me preocupa esta situación sabiendo que hoy en día existen muchos medios para ayudar a los Empresarios a dar continuidad en sus negocios con las siguientes generaciones.

Considero necesario que los fundadores de empresas se tomen un tiempo para reflexionar sobre el futuro que desean para su negocio y su familia y decidan darse el espacio para elaborar el plan de continuidad para su negocio, ya que al final no solo ellos pierden sino también muchas familias que dependen de estas empresas y entre los que se encuentran los empleados, proveedores y clientes.