“Pero que cada uno pruebe lo que su propia obra es, y entonces tendrá causa para alborozarse respecto de sí mismo solo, y no en comparación con la otra persona. Porque cada uno llevará su propia carga de responsabilidad”. (Gálatas 6:4-5).
Cuando escuchamos que Thomas Alva Edison patentó 1300 inventos (mil propios y trescientos en coautoría), que Mozart desarrolló 625 sinfonías (en su corta vida de 35 años de edad), que José Alfredo Jiménez compuso más de 300 canciones (en sus 47 años de vida), que Vincent Van Gogh pintó 900 cuadros y 1600 dibujos(en sus 37 años de vida) o que Og Mandino vendió más de 50 millones de libros (en sus 73 años de vida) no nos queda otra opción más que quedarnos gratamente sorprendidos por la extraordinaria capacidad de algunas personas para cosechar grandes éxitos, más allá de lo normal. Y exactamente eso pasa con muchas empresas y organizaciones que logran grandes éxitos. Baste con ver las 500 empresas más grandes del mundo de “Fortune” y las 500 empresas más grandes de México de “Expansión”.
Sin embargo, la pregunta más importante más allá de cómo lograron estos resultados extraordinarios, sería ¿Han logrado llegar tan lejos como se lo propusieron? ¿Han logrado convertir sus sueños en realidad? O ¿Querían ir a Venecia y solamente llegaron a Xochimilco?
Y es que el punto de partida de cualquier esfuerzo personal o empresarial como diría Víktor Frankl es “¿tienes alguna tarea importante que cumplir el día de mañana?”. Tanto los seres humanos como sus organizaciones van a caminar o a correr en función de la meta y el tiempo que se fijaron para alcanzarla. En algunas empresas podrían decir “yo quiero llegar a vender $ 100 millones de pesos”, “quiero tener el liderazgo del mercado”, “quiero ser la organización con mayor cobertura geográfica”, “quiero tener la mayor cantidad de puntos de venta”, “quiero ser la organización con las mejores prácticas de la industria”, etc. Y todas ellas estarían teniendo un punto de partida adecuado si la meta es retadora, realista y alcanzable. Ahora, el siguiente paso es trabajar con ahínco y con estrategia para alcanzar la meta en el tiempo establecido.
¿Cómo fijar metas retadoras, realistas y alcanzables?
- Tomando en cuenta los sueños de los dueños del negocio
- Tomando en cuenta las aspiraciones de los miembros del equipo directivo
- Conociendo las oportunidades que existen en el mercado
- Conociendo las capacidades de la organización
- Desglosando las metas de largo plazo en metas de corto y mediano plazo
- Asignando los recursos necesarios para alcanzar cada meta
Por ejemplo, Prendamex (www.prendamex.com.mx) es una organización mexicana que nació apenas en el año de 1996 con una primera sucursal de empeños en Cuautitlán Izcalli, sus socios siempre tuvieron la idea de ser una franquicia, algo impensable en aquellos años donde el modelo de negocio éxitoso existente en ese entonces lo tenía dominado el Monte de Piedad, y se pusieron la gran meta de ser la empresa privada de franquicias más grande de México. Hoy después de 14 años lo han logrado porque con sus 800 franquicias propias y franquiciadas son la organización de empeños no solo más grande de México, sino del mundo. Por supuesto, las metas fueron clarificándose a medida que avanzaban año con año, primero fue llegar a 2 sucursales, luego a 5, a 10, a 20, a 50, a 100, a 200, a 500 y así sucesivamente. ¿Ahora en el año 2011 a dónde quieren llegar? A tener la red más grande franquicias pero altamente rentables. Ahora en su Plan Estratégico del año 2011-2015 están trabajando en el proceso de perfeccionar la rentabilidad de cada sucursal. Si hay que reubicar o cancelar sucursales lo tendrán que hacer en aras de seguir vigilando que el negocio sea rentable.
¿Cómo revisar el cumplimiento de las metas?
- Haciendo un plan de trabajo, donde se identifiquen las etapas, actividades, responsables y presupuestos requeridos
- Teniendo la disciplina de revisar resultados semana a semana, mes a mes y año con año
- Involucrando y emocionando a todos los colaboradores en lo realista de los sueños y metas
- Resolviendo los problemas que se vayan presentando
- Enfrentando valerosamente las circunstancias no previstas
Por ejemplo, Grupo Grisi (www.grisi.com) que también es una empresa mexicana, manufactura y comercializa productos de higiene, belleza y farmacéuticos en México y en algunos países tiene como sello característico que los dueños y directivos son muy disciplinados con la ejecución de todos sus proyectos de mejora: Desarrollo de nuevos productos, remodelación de instalaciones, unificación de sus almacenes, certificación de sus sistemas de gestión con las normas ISO 9000 y la NOM 059, la implantación de un ERP, etc. Todas las semanas revisan avances con cada líder de proyecto y de manera conjunta con las personas y áreas involucradas van atendiendo y resolviendo cualquier contingencia. Obviamente, no siempre las cosas salen de color de rosa, pero siempre hay la energía y la disposición de la mayoría para seguir adelante con el cumplimiento de las metas de cada proyecto. La disciplina y la pasión son dos características clásicas de los Grisi.
¿Cómo verificar si estas llegando a Venecia y no a Xochimilco?
- Siendo objetivos al revisar avances
- Comparando los resultados con los objetivos planeados
- Identificando claramente las causas de la demora y de las desviaciones
- Tomando acciones correctivas y/o preventivas
- Repasando continuamente con la gente el destino al que se quiere llegar
- Felicitando a la gente y a las áreas que se están esforzando por dar más de sí
- Reemplazando a la gente que entorpece el avance y que no tiene las competencias ni las actitudes para ser parte de la organización
Por ejemplo, en un grupo de Farmacias de Aguascalientes, después de haber planteado metas retadoras para los subsiguientes años, se dieron cuenta que consistentemente dos gerentes de zona no llegaban a sus metas mientras los otros cuatro si estaban llegando con algunos esfuerzos adicionales. Al paso de los meses de revisar resultados fue siendo cada vez más obvio que una de las causas por las que no llegaban como grupo a sus metas globales era la falta de interés y de convencimiento de los dos gerentes de zona de poder ser un grupo fuerte de farmacias. Ellos se seguían viendo como unas pequeñas farmacias de pueblo que a lo que aspiraban era solamente a conservar sus niveles de venta y utilidad, no a ser parte de una red fuerte de farmacias. Así, que aunque de manera dolorosa ambos gerentes fueron reemplazados, al paso del tiempo todo el grupo estaban llegando a Venecia y no simplemente a Xochimilco.
¿Todos deben llegar a Venecia?
En esta metáfora quiero decir que cuando una persona, una empresa o una organización aspira a una meta de más trascendencia, más grande o más significativa, debería luchar incansable y apasionadamente con toda su mente, fuerza y energías por alcanzarla. En algunas ocasiones puede traducirse como terquedad pero hay que recordar que lo que es terquedad para unos es solamente persistencia para otros, y lo que es paciencia para unos es pasividad para otros.
Por ello, en lugar de que las personas y las empresas se comparen unas con otras (pues siempre habrá mejores y peores) lo más importante es compararse contra la propia capacidad individual y contra las propias metas establecidas. Si pudiéramos preguntarle a Thomas Alva Edison si llegó a Venecia, tal vez nos diga que aún con 1300 inventos le faltó mucho que inventar para que él se sintiera a gusto con el confort que le pudo brindar a la humanidad y que tan solo llegó a Xochimilco. ¿Metafóricamente llegaron a Venecia Mozart, José Alfredo Jiménez, Vincent Van Gogh y Og Mandino? Verdaderamente la única forma de saber que hemos llegado a Venecia es siendo muy objetivos y decir “sí, si llegue a mis metas trazadas para el largo plazo”.
¿Sería incorrecto haber llegado a Xochimilco cuando la intención inicial era llegar a Venecia? No, porque también la verdad sea dicha, a veces podemos ser demasiado soñadores o exageradamente inocentes y podemos poner metas inalcanzables o bien metas alcanzables pero que no van acompañadas de la energía y recursos que de manera consistente todos los días hay que poner al servicio de la meta.
Por ello, si usted como persona o como empresa o como organización tiene grandes sueños plásmelos por escrito, contagie a todos a su alrededor de este sueño y póngase a trabajar disciplinada e incansablemente en su lucha por llegar a su Venecia con sus canales, góndolas y cantantes italianos. Si la vida, las circunstancias y los recursos no le alcanzan para llegar a Venecia entonces disfrute de su Xochimilco, con sus canales, sus trajineras y su mariachi mexicano. Y si ya llego a Xochimilco y quiere más (como dicen los de “M Force”) entonces debe generar un nuevo sueño que lo lleve a Venecia. ¡Oh Sole Mío…! ¡Oh Sole Mío…!
Martín G. Álvarez Torres es Ingeniero Industrial egresado del Centro Nacional de Enseñanza Técnica Industrial (CeNETI) y tiene Maestría en Administración del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Socio Fundador y Director General de GRUPO ALBE CONSULTORES, S.C. despacho de Capacitación y Consultoría Especializado en Liberar y Potenciar los Recursos Competitivos Humanos y Empresariales de sus Clientes.