“Tratar a un extraño como uno de los nuestros” caracteriza la hospitalidad que se puede esperar de los hoteles Shangri-La. Aquí, los viajeros disfrutamos de un servicio de clase mundial en un entorno tranquilo, junto con una arquitectura y un diseño inspiradores. Las mejores experiencias gastronómicas en cada hotel y resort aseguran que cada paladar sea mimado,

pero lo que hace que cada estancia sea verdaderamente memorable es algo aún más exquisito y raro: hospitalidad desde el corazón.

Los lujosos hoteles Shangri-La se encuentran en algunos de los destinos más fascinantes del mundo y nos sorprenden con detalles inesperados, curiosidad constante y la voluntad de desafiar la norma. Les platico de mis experiencias con esta increíble cadena hotelera de lujo…

Chiang Mai: Chiang Mai es una tierra de montañas brumosas y coloridas tribus de montañas, de gastronomía sin igual y templos impactantes. Ubicado a 700 km al norte de Bangkok en un valle verde a orillas del río Ping, Chiang Mai fue fundada en 1296 como la capital del antiguo Reino de Lanna. Hoy en día, es un lugar donde el pasado y el presente se combinan a la perfección con los edificios modernos que conviven a la par con los venerables templos.



Shangri La Chiang Mai está perfectamente ubicado, a solo un par de kilómetros del aeropuerto y a solo unos pasos del famoso bazar nocturno y a 10 minutos a pie de la histórica ‘ciudad vieja’, es el lugar de lujo perfecto para visitar el norte de Tailandia. Los jardines bellamente cuidados ofrecen un verdadero escape de la ajetreada ciudad, con una alberca refrescante y acogedora situada entre céspedes verdes, plantas tropicales maduras y estanques de lotos. Shangri-La Chiang Mai es un portal a la magia de este impresionante y autentico destino. Bellamente decorado en un estilo contemporáneo del norte de Tailandia, este lujoso hotel está repletos de toques especiales, como juegos de té locales de celadón, almohadas de seda tailandesa, corredores de la cama hechos a mano y obras de arte que le dan al área un encanto distintivo.

Shanghai: La metrópolis de Shanghai es una de las ciudades más grandes del mundo, con una vibrante vida urbana, un horizonte impresionante y una cambiante cultura. Desde el skyline del Bund, a través de la Concesión francesa, hasta el casco antiguo de Nanshi, esta es una ciudad rica en cultura e historia.

Jing An Shangri-La se encuentra en lo alto del centro de Jing An Kerry, desde el piso 30 hasta el 59, y ofrece increíbles vistas de la ciudad. Cada detalle de este hotel ha sido meticulosamente considerado, desde los uniformes de los empleados hasta los pisos de baños con calefacción y las obras de arte que se encuentran en toda la propiedad.

Tuve el placer de degustar lo mejor del arte culinario cantonés en el premiado restaurante Summer Palace del Shangri-La. Inspirado en pinturas de tinta negra tradicionales de China, el diseño del restaurante consta de tres diferentes zonas, cada una con exquisita y original decoración. Combinando platillos tradicionales del sur-este de China con toques auténticos de cantón, Summer Palace crea experiencias sensoriales en un ambiente de opulencia sutil.

Yangon: Myanmar es un país de contrastes, de rica historia y una cultura milenaria única en el mundo. Pasear entre las calles de su ciudad más importante, Yangon, significa ser hipnotizado por el ir y venir de monjes budistas, sus coloridas togas rojizas danzando en el aire, paseando entre impactantes pagodas doradas bajo el potente sol del sudeste asiático.

En el corazón de Yangon, a pocos pasos de la famosa pagoda dorada Sule de más de 2 mil años, se alza el lujoso hotel Sule Shangri-La. Mientras que el exterior del edificio es moderno, el vestíbulo del hotel evoca días pasados de la época colonial con imponentes columnas blancas y una gran escalera que asciende a un balcón abierto

Desde su bello Horizon Club Lounge nos deleitamos con vistas a la icónica pagoda de Shwedagon, insignia de la intrigante ciudad de Yangon. Envuelto en el misticismo del mágico país de Myanmar, empapado de su historia y sumergido en su cultura, Sule Shangri-La nos lleva de la mano para adentrarnos y aventurarnos entre los templos, monumentos, pagodas y edificios de Yangon, el punto de partida para cualquier viaje por este fascinante país.