La tecnología no es en sí el fin sino el medio entre la sociedad del conocimiento y el desarrollo mundial” Anónimo
El apalancamiento desde el punto de vista empresarial significa, hacer más con menos esfuerzo.
El apalancamiento tecnológico no genera mayores ventas, pero sí ayuda en ocasiones a alcanzar esas metas, y genera valor para el negocio.
En este artículo leerán sobre el papel de la tecnología en el crecimiento, desarrollo y soporte de la empresa por medio del apalancamiento que desde el punto de vista empresarial y en muchos otros casos significa, hacer más con menos esfuerzo. La tecnología y los sistemas nos permiten entonces ahorrar tiempo, energía y dinero, la decisión es tuya.
Hoy en día resulta imprescindible el uso de nuevas tecnologías en las organizaciones, sin embargo para la mayoría de las empresas en nuestro país, para los empresarios y dueños de negocio, el valor del significado apalancamiento tecnológico, dista mucho de una realidad y no es comprendido en su totalidad.
Por ello me enfocaré en explicar qué es el apalancamiento tecnológico y en dónde radica la importancia del mismo. Hagamos una analogía, imaginemos que vamos en la autopista solos y de pronto un neumático se poncha, estando solos sería prácticamente imposible cambiarlo, por ello nos apoyaremos en la tecnología. En este caso usaremos las herramientas llamadas “gato” y “llave de cruz”, ambas herramientas tienen la función de apalancar nuestra fuerza, es decir, el gato me permitirá que con poco esfuerzo, logre levantar un gran peso, en este caso el automóvil, y la llave de cruz me permitirá apalancar mi fuerza horizontal de modo que entre más larga sea la palanca, será más sencillo que la tuerca se afloje.
Bien ahora imaginemos que el auto es el negocio y que el dueño de la empresa es en la gran mayoría de los casos quien va cargando el auto en movimiento y lo peor del caso es que tiene tal vez uno o varios neumáticos ponchados, es decir, que sin él, el auto y/o en este caso el negocio, no funciona sin que esté siempre al frente del mismo, es decir, no cuenta con un apalancamiento.
¿Qué es entonces el apalancamiento tecnológico? El apalancamiento desde el punto de vista empresarial y en muchos otros casos significa, hacer más con menos esfuerzo. El apalancamiento en una empresa puede darse en 5 formas básicamente, a través de las ventas y la mercadotecnia, es decir, contar con departamento autosuficiente que produzca las ventas consistentemente, una segunda es, apalancarse en la toma de decisiones a través del tablero dentro de la empresa, es decir, a través de los estados financieros y los indicadores claves de desempeño, una tercera es a través de asegurarse que existan procedimientos para la entrega consistente del producto o el servicio, lo que permitirá generar confianza y por ende negocio repetitivo, por supuesto una muy importante consiste en apalancarse con la gente y con su educación, es decir, que entre más y mejor gente, será más sencillo la gestión y el logro de resultados y una quinta, que es tema de este artículo y que en la mayoría de los casos nos ayuda a mejorar notablemente el desempeño de los 4 apalancamientos mencionados anteriormente, es la tecnología.
Comprendamos que el apalancamiento tecnológico no genera mayores ventas, pero sí ayuda en ocasiones a alcanzar esas metas, y como todos los apalancamientos, genera valor para el negocio. Es curioso preguntar a los dueños de negocio, ¿Cuánto vale tu negocio? Y que no sepan responder, entonces la tecnología no es un mal necesario, ni es un gasto en una forma de lograr hacer más con menos dentro de la misma organización y generar mayor valor de negocio.
Ahora bien: ¿Qué tecnología es la mejor para mí? ¿En qué tecnología debo invertir?
Pensemos en las prioridades y retos actuales que enfrenta la organización y el mismo dueño, y pensemos en primera instancia que el problema que se de o que se mencione, es un síntoma, no en si el problema. Por ejemplo, si el dueño de la organización dice: -tengo un problema por no lograr mi meta de ventas, entonces, ¿Qué es lo que lo provoca? Y tal vez encontremos que no existe un proceso estandarizado, ni mediciones del mismo desde que captamos a un prospecto hasta convertirlo en un cliente. Ahora, en términos de tecnología podemos pensar que lo que requerimos es un CRM (Customer relationship management) por sus siglas en inglés, por otro lado, tal vez el problema sea que el dueño siempre se hace ésta pregunta ¿Dónde quedó mi dinero?, es decir, normalmente sabe que vendió, pero no lo ve reflejado en sus bolsillos, esto puede deberse a que aún no comprende cómo se genera y se utiliza el dinero en una organización y quizás, con su respectivo entrenamiento, acompañado del manejo eficiente de la tecnología, lo que le convenga es un sistema financiero contable para la empresa, o tal vez lo que requiera es un control mucho más estricto sobre sus inventarios o integrar sus departamentos o todo lo anteriormente mencionado.
La tecnología jamás sustituirá la capacidad de la mente humana en la toma de decisiones, de dirección, en el planteamiento de objetivos y en el trazo sobre los pasos a seguir para alcanzar esas metas, y jamás hará la tarea de dueño por él, pero debemos comprender que ejerce una gran influencia y permite que el dueño y su organización se desempeñen de forma superior y en muchas ocasiones de forma sostenida. La tecnología en ocasiones no es sencilla de asimilar, hay que estar abierto al cambio, a aprender y sobreponerse a la misma.
La tecnología está literalmente al alcance de la mano y de una computadora con Internet. Hoy existen en la red un sinfín de aplicaciones gratuitas para la gestión empresarial, es cuestión de tomar la decisión y dar el siguiente paso, la tecnología y los sistemas nos permiten entonces ahorrar tiempo, energía y dinero, la decisión es tuya estimado lector.