Con vino, historia y buena comida, la vida bien merece ser vivida, y en Casa Madero, la primera vinícola de América, encontramos esta hedónica y perfecta unión de placeres. Con más de 424 años de historia, Casa Madero nos invita a recorrer sus viñedos centenarios, a maravillarnos dentro de su imponente hacienda, y a disfrutar de los más bellos paisajes de Parras mientras saboreamos sus vinos aclamados a nivel mundial.
Para conocer esta bodega única y disfrutar todos los placeres que tiene por ofrecer, se puede programar una experiencia personalizada, que incluye recorridos individuales y sabores diseñados a la medida.
Como si se tratara de una bella pintura paisajista que se despliega ante la vista, un paisaje de viñedos de 400 hectáreas se despliega sobre el horizonte, apacible y lleno de colores. En esta vastedad de terreno en el que crecen las uvas con las que se elaboran los vinos, nos esperan tres paradas principales: primero se aprecia el viñedo Santa Bárbara desde un mirador, después, se hace una parada en el lote donde se cultiva la emblemática uva Shiraz, y se finaliza el recorrido en La Encantada, con una vista panorámica espectacular del viñedo, ideal para capturar momentos fotográficos inolvidables.
Viajar a Casa Madero implica adentrarse en un viaje por el tiempo. A lo largo de los siglos, el proceso de la producción de sus vinos ha adoptado técnicas modernas, pero sin perder el toque secreto heredado desde sus primeras producciones. Así, al recorrer la bodega más antigua de todo el continente, no sólo nos maravillamos al conocer el proceso de producción del vino y la elaboración de los destilados, sino que podemos conocer las barricas que se utilizaban hace más de 50 años y las prensas que datan de 1808.
Con la imaginación acariciada por las historias y el romanticismo del pasado, en la visita guiada nos espera una exquisita cata con tres de los afamados vinos de Casa Madero: vino tinto de la colección Gran Reserva, un vino tinto de la colección Varietales y un vino blanco o rosado Casa Madero. Con un sommelier dispuesto a llevarnos a un recorrido sensorial, podemos descubrir los secretos de estos vinos galardonados.
Con buen vino y con historias fabulosas, el recorrido tiene un cierre memorable con una deliciosa experiencia gastronómica en la antigua Hacienda San Lorenzo, el corazón de Casa Madero. Digno del lugar en el que se sirve y de las generaciones que han brindado entre sus paredes, el Chef de la casa prepara un menú especial con platillos de autor, cuyos ingredientes orgánicos provienen del huerto de la bodega. Resaltando los sabores de la región, cada platillo es maridado con un vino tinto de la colección Gran Reserva y un vino blanco Casa Madero.
Casa Madero nos sigue sorprendiendo con su capacidad de crear vinos tan maravillosos como su fabulosa historia, conquistado corazones a lo largo de diferentes generaciones con su rico pasado, y que nos llena el espíritu y los sentidos, con deliciosos sabores
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