El Masai Mara es un suspiro de la Tierra, un vasto lienzo donde la vida salvaje se despliega en su forma más pura y grandiosa. Aquí, el horizonte parece no tener fin, y el sol, como un ojo de fuego, tiñe cada amanecer con colores sacados de un sueño. Los rugidos de los leones resuenan con la majestuosidad de África, y cada rincón de esta región de Kenia es un recordatorio de la grandeza y el misterio que la naturaleza guarda en su interior. En este paisaje de inmensa belleza, la vida transcurre sin prisa, en una danza eterna donde la supervivencia y la armonía coexisten.
Mi estancia en Olare Mara Kempinski, un lodge enclavado en una reserva privada dentro del Masai Mara, fue un sueño hecho realidad, una experiencia que se quedó grabada en el alma. Desde el primer momento en que llegamos, el eco del entorno nos envolvió, como un canto lejano que nos invitaba a adentrarnos más en la inmensidad del paisaje africano. El lodge, un refugio de lujo y serenidad, está perfectamente integrado en su entorno natural, respetando el paisaje que lo rodea y ofreciendo una visión única de la vida silvestre en su estado más puro.
El safari en Olare Mara es una de las joyas de la experiencia. La cercanía con los animales, en su entorno natural, es casi mágica. En cada recorrido, los vehículos avanzan suavemente por la sabana, permitiendo a los viajeros acercarse a los grandes felinos, a los majestuosos elefantes y a las manadas de cebras que cruzan la vasta llanura con una elegancia serena. El paisaje, inmenso y fascinante, se despliega ante los ojos como un cuadro viviente, en el que cada paso, cada movimiento de los animales, crea una narrativa visual única.
Este safari exclusivo y privado ofrece una oportunidad rara de estar rodeado de la vida silvestre de manera íntima, casi como si estuviéramos invitados a ser parte de este ecosistema tan vibrante y lleno de energía. Las distancias que en otros parques nacionales parecen interminables aquí se reducen, lo que hace que cada avistamiento sea aún más especial. Los animales, en su libertad absoluta, se cruzan ante nosotros sin prisa, como si compartieran un momento de su vida con los visitantes humanos.
Cada encuentro con la fauna salvaje es una lección de paciencia, respeto y admiración por el delicado equilibrio de la naturaleza. Estar allí, en medio de esta enorme extensión de tierra, es estar en contacto con algo primordial, algo que trasciende el tiempo y que nos recuerda la belleza y la fragilidad del mundo natural.
El Olare Mara Kempinski Lodge ofrece una estancia incomparable, donde el lujo se fusiona con la naturaleza en su forma más auténtica. Las cúpulas verdes de los alojamientos, elegantes y discretas, se asoman al paisaje como si siempre hubieran formado parte de él, integrándose armoniosamente en el entorno. Cada tienda es un refugio de confort y tranquilidad, donde el susurro del viento entre los árboles y el canto de las aves crean una atmósfera envolvente. Las instalaciones son sofisticadas y acogedoras, y después de un día de safari, se convierten en el lugar perfecto para descansar, relajarse y conectar con la naturaleza.
El lodge también ofrece un nivel de servicio excepcional, digno de la marca Kempinski. Desde el momento en que llegamos, el personal fue cálido y atento, asegurándose de que cada detalle de nuestra estancia estuviera cuidado con esmero. La atención a los pequeños detalles, la calidad del servicio y la amabilidad del equipo contribuyen a que la experiencia sea aún más memorable. Además, la integración con la cultura Masai, visible en la decoración, las tradiciones locales y la hospitalidad genuina de los miembros de la comunidad Masai que trabajan en el lodge, agrega una capa de autenticidad a la experiencia. Esta conexión con las raíces de la región enriquece la estancia y hace que la experiencia se sienta no solo como una visita, sino como un verdadero encuentro con la cultura y el espíritu del Masai Mara.
Cada comida en Olare Mara Kempinski es una celebración para los sentidos. Los sabores de la cocina africana, con su riqueza y profundidad, se fusionan con toques de gastronomía internacional para crear platos exquisitos que rinden homenaje tanto a la tierra como a las tradiciones culinarias locales. Cada comida es una experiencia que va más allá de la nutrición, una forma de conectar con el entorno, con la tierra y con la cultura africana.
Al caer la noche, bajo el manto estrellado del cielo africano, el sonido de los leones rugiendo a lo lejos se convierte en una sinfonía que nos recuerda que estamos en un lugar único, un santuario donde la naturaleza se vive de una forma intensa y pura. Mis días en Olare Mara Kempinski fueron más que una simple estancia en un lodge de lujo; fueron un viaje hacia lo más profundo de la naturaleza, una conexión visceral con la tierra, los animales y el cielo. El Masai Mara, con su vastedad, su belleza indomable y su fauna salvaje, se convirtió en un lugar en el que la experiencia se sintió en lo más profundo del ser.
Cada amanecer y cada atardecer en este lugar, rodeada de la majestuosidad de la sabana africana, fue un recordatorio de la grandeza y la misteriosidad de África. Este rincón de Kenia no solo se vive, se siente. La experiencia permanece en el corazón mucho después de haber dejado sus tierras, como un susurro constante que nos conecta con lo primordial. En Olare Mara Kempinski, la esencia de África se revela en su forma más pura y sublime.
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DR. JACOBO NEUMAN. EDITOR PULSOPYME.
Algo sobre Melanie Beard
Melanie comenzó su carrera como periodista a la temprana edad de 12 años, compartiendo sus experiencias viajando por el mundo en una columna mensual en el periódico nacional El Universal. A través de los años ha recolectado historias y destinos, escribiendo y hablando sobre sus viajes en diversos medios. Co-fundadora de Marcas de Lujo Asociadas, Melanie es una impulsora de la industria de lujo en México y hedonista profesional.