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aplauso“Puedes engañar a algunos todo el tiempo; puedes engañar por algún tiempo a todos; pero no puedes engañar a todos todo el tiempo”. Dedicó esta aguda sentencia el presidente de Estados Unidos, Abraham Lincoln.

Hace unos días, al terminar una conferencia de prensa donde Enrique Peña Nieto presentó a su nuevo secretario de la función pública, los presentes se quedaron expectantes a lo que seguía, pero cuál sería su sorpresa cuando después de unos segundos el presidente dijo al micrófono: “ya sé que ustedes no aplauden”.

Este sólo hecho revela la personalidad y el sentir del presidente, el cual parece no entender y sentir la situación del país.

El presidente quiere que lo aplaudan cuando tiene a México con la mayor deuda pública de los últimos 24 años; por no ejercer 27,000 millones de pesos del presupuesto del 2014 en infraestructura y quedar con un superávit de 28,000 millones de pesos. Quiere que lo aplaudan por los muy altos precios que pagamos por las gasolinas y también por los 73 MIL 927 millones de dólares que se han transferido a bancos de EU, en los últimos dos años.

Enrique Peña Nieto, pide aplausos por las matanzas de Ayotzinapa y Tlatlaya, por el manejo judicial de estos casos y, por la tardanza con que se atendieron. Quiere que lo aplaudan por los 10 desaparecidos al día que han ocurrido durante su mandato, por la seguridad que no llega, por los secuestros ocurridos y las fosas clandestinas que se encuentran todos los días.

El presidente quiere que lo aplaudan por la escasez de medicamentos en los hospitales del sistema de salud, por el muy bajo mantenimiento a sus hospitales y equipos.

aplausosTambién, pide palmas por el muy pobre crecimiento del país durante su régimen, por los raquíticos salarios mínimos que se pagan a los empleados y obreros para poder hacer competitivo y atractivo a México para invertir. Por un disminuido y empobrecido mercado interno, por la elevación de la pobreza durante el 2014 y la mayor concentración de la riqueza en México.

El se queja de que no le aplauden a pesar de haber logrado una reforma educativa, aunque esta solo fue una reforma laboral para algunos maestros que caen dentro del apartado B de la ley, y no ha logrado realmente implementarse totalmente, pues siguen miles de niños sin poder asistir a clases en varios estados del país por la ausencia de los “maestros”. El presidente pide aplausos por su reforma educativa, que no realizó cambio alguno en: contenidos, modelos educativos, técnicas de enseñanza y aprendizaje, ni mejoras sustanciales a muchas escuelas que dan lástima, pero que presume en los medios de comunicación.

El presidente pide aplausos y ovaciones de pié, por su tolerancia y participación en la corrupción e impunidad que reina en el país. Por la casa blanca, por la otra casa de las lomas, por la casa de Ixtapan de la Sal, por la casa en el club de golf de su secretario de hacienda. Por lo que ha costado y costará mantener el nuevo avión presidencial, una cachetada a la pobreza y a los niveles de calidad de vida de los mexicanos. Por el manejo a conveniencia de la aplicación de la ley en casos de ex gobernadores como los de: Nuevo León, Coahuila, Sonora, Yucatán, Veracruz, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Tamaulipas, entre otros, así como por la actuación de los actuales gobernadores de: Veracruz, Puebla, Oaxaca, Chiapas, Sonora, Chihuahua, Nayarit y Yucatán, por mencionar algunos.

También quiere ver y oír aplausos por la falta de control sobre las partidas presupuestales dirigidas a renglones específicos, que el gobierno federal envía a los gobiernos estatales, pero que son “administradas discrecionalmente” y rara vez se utilizan para lo que fueron enviadas. Por la limitación que quiere establecer a las leyes de transparencia y facultades del IFAI, consideradas en la reforma realizada el año pasado.

El presidente quiere que le aplaudan por la reforma laboral que no ha traído beneficios para los asalariados de todo nivel, y sólo benefició a los empleadores, lo que se aprecia a ya más de dos años de haberse llevado a cabo.

Quiere que lo ovacionen, por la manipulación y desinformación lograda a través de su vocero TELEVISA y, por haber favorecido al duopolio televisivo en las leyes secundarias a la reforma en telecomunicaciones.

Sí, el presidente quiere que lo aplaudan por los titiriteros que lo manejan, por su amplia cultura, y en general por el mal manejo de su gestión de gobierno.

Por todo esto pide aplausos. ¡Caramba! Claramente demuestra que de plano no entiende la situación que vivimos o que es insensible a ésta.

Roberto es empresario, consultor, y catedrático mexicano, ha ocupado puestos de Dirección General y Dirección en las aéreas de: Imagen y Relaciones Corporativas, Planeación Estratégica, Recursos Humanos y Desarrollo Organizacional, en empresas transnacionales mexicanas y extranjeras. Actualmente, es Presidente y Director General de PRIMAR SISTEMAS PARA AGUA, y PRIMAR ESTRATEGIA COMPETITIVA, de las cuales es su fundador. En el 2012 funda Áncora servicios gerontólogos, S de R. L. de C.V. de la cual es presidente del consejo. Ha sido distinguido con el reconocimiento internacional a la Calidad en el Servicio, otorgado por el Japanese Union of Scientists and Engineers (JUSE), con el Premio Nacional de Calidad de Vida en el trabajo, por la Gaceta Cambio Organizacional y por la Asociación de Profesionales en Desarrollo Organizacional, A. C. Es coautor del libro: Capital Humano, El nuevo rol y competencias que generan valor empresarial. Publicado en el 2008 y, revistas nacionales y extranjeras han publicado varios de sus artículos.

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