Una manera brillante de empezar a mejorar o mantener la buena imagen de tu compañía (sin importar si es pequeña, mediana o grande) es a través el uniforme. El contar con una vestimenta que brinde formalidad ante los clientes puede abrir la puerta y sumar puntos a favor para todas las organizaciones.

Que los trabajadores luzcan tan impecables como profesionales produce confianza e impulsa de forma positiva a la reputación empresarial. Un uniforme es más que simple ropa, es también una prolongación de la esencia de las organizaciones. Llevar los colores, logotipos y rasgos distintivos de la compañía en el uniforme hace que al consumidor le sea más fácil reconocer el nombre y la marca.

En el aspecto psicológico, el que los colaboradores porten prendas que los hagan sentir seguros y orgullosos de la empresa a la que pertenecen es un tema favorable. Un trabajador consciente de que la compañía prioriza su imagen como profesional estará más propenso a vincularse con ella e incrementaría su lealtad e interés por conectar con la identidad corporativa.

El principal indicador de que un colaborador se siente motivado gracias a la ropa que usa es el incremento en sus niveles de productividad. Proporcionar la indumentaria correcta incluso en empresas que prefieren el business formal o con códigos más flexibles también provoca incrementos en los niveles de productividad.

En Dickies, como marca líder de ropa de trabajo, hemos sido testigos de cómo la ropa es un factor decisivo para las empresas. Cuando los departamentos de RH solicitan un producto Dickies no es sólo porque sea resistente, sino también porque disponen de los recursos estéticos para proyectar esa imagen profesional que están buscando.

Con casi un siglo en el mercado, nuestro catálogo viste -y lo seguirá haciendo- a trabajadores en todo el mundo. Disponer de un uniforme con categoría conformado por prendas Dickies ayuda a posicionar en lo más alto a las empresa al proyectar sus virtudes en sus trabajadores, porque esas cualidades corporativas serán percatadas por el cliente de primera mano.

La regla de oro para alcanzar el éxito de una compañía que apenas inicia, o una que ya despegó pero quiere conservar el mismo ritmo, es cuidar de los trabajadores. La influencia que tiene la ropa en su comportamiento, compromiso, y desempeño es más importante de lo que parece, y será fundamental para desarrollar una idónea imagen corporativa.