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Danzando con el vaivén del viento, miles de flores de lavanda liberan su perfume en el ambiente, y como si fuera un sueño, enormes campos verdes de olivos, viñedos y grandes palmeras se extienden hasta donde llega la mirada, fusionándose en el horizonte con el intenso azul del cielo. En conjunto, se crea una atmósfera de estilo provenzal pero con un toque muy mexicano, y es esta delicada manifestación del diseño con la naturaleza la que le da su encanto único a La Santísima Trinidad, un exclusivo desarrollo donde se materializan los deseos de vivir en una finca en el campo, con todas las comodidades de la vida moderna.
Además de ser un complejo residencial de lujo, La Santísima Trinidad es una vinícola y productora de artículos finos de lavanda, inaugurada en el 2015, y desde entonces, su producción aumentó de 20,000 botellas anuales a más de 120,000. Viñedos San Lucas y Viñedos San Francisco son sus desarrollos hermanos, guiados por la misma filosofía de estar en armonía con el ambiente y de ser creadores de un estilo de vida único.
Desde entonces, su belleza y su concepto llevaron al proyecto a expandirse, logrando que en el 2018 se inaugurara la vinícola de Viñedos de los Senderos con una capacidad de producción anual de 15,000, posteriormente se inauguró el hotel y restaurante de Viñedos San Francisco, siendo Santa Jacinta, la más reciente incorporación al proyecto.
La pasión por dejar una huella inolvidable en la comunidad, en los visitantes y en los residentes, la llevado al grupo de La Santísima Trinidad a convertirse en un modelo de desarrollo integral para el regocijo de los sentidos. Además de su proyecto residencial, dispone de hoteles, restaurantes, campos de polo, zonas para practicar deportes como equitación, ciclismo y senderismo. En su vasta extensión de campos, además de exaltar el placer por las cosas bellas de la vida, se llevan a cabo acciones para mantener el delicado equilibrio de la naturaleza, mediante acciones que protegen y la flora y fauna de la zona, como es el caso de los insectos polinizadores, tan importantes para el desarrollo de los cultivos.
Gracias al clima y la altitud en la que se ubican sus viñedos de Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende, se cultivan uvas Merlot, Tempranillo, Syrah y Zinfandel de excelente calidad con las que se elaboran sus vinos tintos, blancos y rosados que nos fascinan, a los que se unió la nueva producción de la fábrica de Espumoso que durante el 2021 abrió sus puertas.
La elaboración de sus vinos es de forma artesanal, convirtiéndolos en vinos de autor, proceso que es supervisado personalmente por su enóloga Mailen Obón. Uno de sus grandes exponentes es el Merlot Reserva, un tinto de gran cuerpo, un hermoso color rojo granate intenso y con destellos de color rojo ladrillo, brillante, expresivo y elegante con notas principalmente de frutas y madera, con aromas de frutos rojos maduros, mermelada de fresa, frambuesas, ciruelas, delicado toque de vainilla y ahumados suaves, trufa de chocolate y café moka. Es un vino que deja un paso sabroso por boca y su huella en los sentidos.
En La Santísima Trinidad encontramos el verdadero significado del arte de la vida. Su fusión de pasiones, de naturaleza con arquitectura, de paisajismo con actividades al aire libre, junto con los deliciosos sabores de sus vinos, la convierten en uno de los destinos para vivir o vacacionar más exclusivos no sólo de San Miguel de Allende, sino de todo México.
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