Solos o acompañados, descorchar una botella de vino es un acto cargado de placer, que se potencia cuando se disfruta en un lugar tan encantador como Aspen.
Mientras espero que mi vino riojano se oxigene, desde los ventanales del J Bar del Hotel Jerome, me dejo embelesar con la belleza de esta ciudad, que durante invierno se impregna de un ambiente vibrante gracias a la diversidad de actividades al aire libre que ofrece.
La escena gastronómica, cultural y recreativa de Aspen satisface a los viajeros de todas las edades, y el Hotel Jerome es una muestra exquisita de ello. Tal como los vinos riojanos, en el hotel se fusionan la historia y la modernidad, una mezcla de buen gusto y elegancia. Rodeado de un ambiente acogedor con chimeneas, antigüedades, detalles en madera y vistas impresionantes de la montaña, los icónicos vinos riojanos se pueden disfrutar acompañados de los quesos locales preparados a la parrilla.
Es un espacio en el que el ritual de beber vino no conoce fronteras ni climas, por eso sabe tan bien acompañado de las increíbles vistas a los gigantescos muros nevados de las montañas. Para ponerse a tono con el color de la nieve y los atardeceres de Aspen, los vinos riojanos rosados son una opción diferente.
Son vinos joviales repletos de notas frutales, con un discreto aroma a uva tinta. Se elaboran ya sea a partir de uvas tintas como la tempranillo, garnacha tinta, graciano, mazuelo y Maturana tinta, o de una mezcla de uva tinta y blanca en las que se incluyen la Chardonnay, Sauvignon blanc y Verdejo.
Como en la pulpa y en el zumo de la uva hay poco color, para conseguir teñir un vino, lo que hay que hacer es dejarlo el mayor tiempo posible en contacto con la piel, que es la que le da su tonalidad. Para conseguir el tono de los vinos rosados, hay que dejar que el contacto con la piel sea poco, así que su color se obtiene al macerar el líquido con los hollejos de las uvas tintas estrujadas, que es lo que le da el color y aroma antes de la fermentación, logrando una gama de tonos tan amplia como los atardeceres que pintan el cielo de Colorado.
En Aspen también hay festivales artísticos de música, danza, teatro y reuniones para los pensadores que gustan de compartir sus conocimientos e ideas en un ambiente bohemio, brindando con vinos riojanos para que el clima frio pase desapercibido, acompañados de una deliciosa comida preparada con ingredientes frescos de las granjas locales.