Michel comienza su negocio con un pequeño taller de reparación de calzado que con el paso de los años se convirtió en la primera fábrica de calzado de piel en México.
“Vigila los gastos con lupa y cuando logres controlarlos podrás tener utilidades” Un buen empresario basa también su éxito en la imaginación, lo único que necesita es aprender a hacerlo sin tener miedo…
Introducción
Michel Domit, hijo de un valiente libanés Antonio Domit, que a los 20 años decidió emprender la aventura y cruzar el mar hasta llegar a México, comenzó con un pequeño taller de reparación de calzado que con el paso de los años se convirtió en la primera fábrica de calzado de piel.
Nuestra historia de éxito de este mes comienza cuando don Antonio Domit, emprende la aventura y deja su pueblo natal con la esperanza de regresar con lo necesario para llevar la luz eléctrica a los suyos.
Lo que comenzó como un sueño se hizo realidad: don Antonio, fundó una fábrica de calzado que poco después sería un éxito rotundo. Y, tal como lo prometió, volvió a su pueblo cargado con cofres de oro. Con orgullo, Michel Domit director general de grupo Domit narra la historia que hoy conoceremos.
Licenciado en comunicación, cineasta de corazón, hombre espiritual, creativo y visionario, son algunas de las características que bien pueden definir a nuestro empresario de éxito de este mes. El azar y la repentina muerte de su padre, cuando él tenía sólo 12 años, condujeron a Michel al mundo de los negocios.
A los 21 años tuvo que enfrentar la difícil situación por la que atravesaba el negocio que su padre fundó, pues la inminente quiebra parecía un reto imposible de superar, sin embargo, la vida le tenía guardada su primer sorpresa ya que al comenzar a solicitar el apoyo de los bancos para salvar su empresa, jamás recibió un no por respuesta. Gracias a la excelente reputación de su padre, las puertas se abrieron para el joven Michel.
Pero los problemas eran mucho más profundos, la competencia y las marcas extranjeras ya habían ganado mercado en nuestro país, los consumidores buscaban marcas de diseñadores famosos y Domit era visto entonces como una marca nacional.
Su trabajo comenzó allí. Rodeado de un grupo interesante de asesores visualizó la oportunidad que ofrecía su propio nombre “Michel Domit”.
El peso del apellido
La mezcla de un nombre francés y apellido libanés representaba la estrategia perfecta de contrarrestar su debilidad de una marca nacional. Y es así como nació la nueva marca “Michel Domit” con un conjunto de posibilidades para comenzar a planear la excelencia del producto, la calidad en los materiales, diseños modernos pero clásicos y, por último, un precio accesible.
Respecto al punto de venta el reto era igualmente importante, había que buscar la mejor ubicación, la decoración de la tienda y el tamaño del punto de venta, asimismo la excelencia en el servicio, que el vendedor conozca las características del producto y que su atención sea la mejor.
Trabajar en la imagen de la marca, su publicidad y difusión fue la tercera acción a seguir.
Todo parecía sencillo, pero el problema principal era la falta de recursos y la lucha se complicaba. Aunado a ello, abrir tiendas en cada nueva plaza, además de remodelar las existentes equivalía a remar contra la corriente.
Finalmente esta búsqueda se convirtió en un enorme éxito: los clientes jóvenes comenzaron a comprar mucho más producto, hasta colocarse como la mejor marca a nivel nacional, pero como la competencia no duerme planteó un nuevo reto a la creatividad de Michel.
Línea de productos
Luchar frontalmente contra una marca de artículos de piel no sólo con zapatos, sino crear toda una línea de productos de piel llevó al nacimiento de M Domit, que ofrece al consumidor nuevas alternativas en portafolios, chamarras, carteras, corbatas y ropa. Finalmente incursionaron en artículos para dama.
El éxito no se hizo esperar para un hombre tenaz y perseverante. Buscando nuevas oportunidades, Michel trajo la marca Nike a México, estrategia que resultó extraordinariamente acertada.
Sin embargo, cuando se abrieron las fronteras y comenzó a aplicarse 20% de arancel la planta quebró y Michel Domit encaró una de las situaciones más complicadas financieramente hablando. Las cosas llegaron al punto, que embargaron sus propiedades.
Santuario en Valle de Bravo
Con todo en contra, recibió una oferta para comprar una montaña en Valle Bravo, a lo que respondió inmediatamente. “La verdad nunca me habían vendido una montaña”. (Y además tenía dos millones de metros cuadrados). Obviamente en ese momento contestó: “No me interesa”.
Cuando la adversidad arreció, Michel experimentó, a través de la meditación, una experiencia que definitivamente ha cambiado su vida.
“Una noche durante la meditación vi a mi padre que me decía: ”Michel compra la montaña y haz de ella un ejemplo mundial de convivencia del hombre con su medio ambiente.
Actualmente las personas están acabando con todo y poco a poco verás como la montaña se va acabando y poco a poco los árboles y los animales irán desapareciendo para dar lugar a construcciones de concreto y eso no se vale”.
“Los seres humanos están dejando menos a las nuevas generaciones. Tu encomienda es dejar 85% de áreas verdes y sólo 15% de construcción. Se tiene que llamar El Santuario, porque la gente que habite o visite el lugar debe ser santo de espíritu, en el sentido de que sean nobles, sensibles y buenos”.
“El logotipo deberá ser un cisne, porque es un ave que puede volar sobre aguas negras y jamás manchan su plumaje; esto mismo tendrá que ocurrir con las personas que visitan el lugar. Además el precio del metro cuadrado de tierra tendrá que ser muy elevado, para que las personas comprendan que la tierra vale. De ese modo, harás realidad el sueño de aquellas que quieran dejar sus nietos una herencia de vida, en la que ellos puedan disfrutar los mismos olores, paisajes que vivieron”.
Michel, convencido de que debía poner en marcha la construcción de El Santuario, lo arrancó con una deuda de diez millones de dólares. Así, se convirtió en un ejemplo de que no todo es dinero en los negocios y que hay que cambiar la forma de hacerlos. Dar un servicio a la humanidad y compartir un mensaje positivo a las nuevas generaciones se traduce en grandes satisfacciones.
Hospital de almas
Al continuar la historia, Michel recuerda que para adquirir la montaña su padre lo guió a través de la meditación. “Mi padre me dijo ve y dile al propietario actual sobre tus planes y pídele que te dé, además de la exclusividad, un año para pagar”.
Así lo hizo y sorprendentemente el dueño de la montaña aceptó. Michel sólo tuvo que buscar nuevos socios para comprarla.
Cuando comenzaban los trabajos de El Santuario Michel enfrentó un serio problema, pues en 1995 se había hecho un corte a la montaña lo que impidió el avance del proyecto. Por si fuera poco, el capital inicial se estaba acabando, aunado a esto la constructora que contrataron los defraudó.
Con todo en contra Michel, se encontró con la sorpresa de que hace millones de años la montaña emergió del fondo del mar, hasta llegar a una altura de 1,600 metros. Y por si esto fuera poco estaba formada de cuarzo y grafito.
Desde ese momento Michel se convirtió en el guardián de la montaña y no sólo eso sino también en el arquitecto del Hospital de Almas, logrando una construcción sin muros y absolutamente nada de concreto.
El desafío de obedecer al corazón y no a la razón ha sido uno de los mayores logros de nuestro entrevistado, ya que todos los arquitectos y estructuristas se oponían a sus ideas y proyectos; pero a además, todo con poco o nada de dinero.
Después de todo esto Michel reconoce que la construcción El Santuario es un vivo ejemplo de que cuando algo es para ti, “el universo conspira y pone todo a tu favor para que las cosas se den”.
Hoy la montaña cuenta con fraccionamiento que se embellece con árboles, codornices, águilas y un jardín de orquídeas, con una avenida ecológica de tres kilómetros de longitud.
Secretos de empresario
Pero, ¿cuáles serán los secretos de un hombre tan exitoso como Michel? Pues bien, en palabras de nuestro caso de éxito de este mes éstos son:
“El éxito en los negocios está dado por la intuición“. Nos aconseja analizar nuestros negocios como si fueran a quebrar pronto, lo que significa que todos los empresarios (sin importar el tamaño de su compañía) tienen la obligación de revisar constantemente sus nóminas, gastos fijos y en general todos los egresos de la compañía como si estuvieran en peligro de quiebra.
Debes adelgazar los gastos fijos y la infraestructura al mes de ingresos más bajos. “Tenemos que aguantar el mes más bajo de ingresos sin perder dinero, hay que tener puestos multi-funcionales para adelgazar los gastos de personal”.
“Es importante educar al personal sobre los beneficios del ahorro, que apaguen la luz si no la usan, no dejar encendida la computadora, reciclar papel y, lo principal, hacerlos concientes de que el beneficio también es para ellos.”
“Vigila los gastos con lupa y cuando logres controlarlos podrás tener utilidades. Después preocúpate por los ingresos y siempre trata de vender el doble y no el 10% o más”.
“Voy a poner un ejemplo vivo: a finales de 1995, principios del 96, enfrenté una época no fácil para Domit. Las cosas iban mal, sin embargo, decidimos vender el doble, pero con utilidades. Convencidos comenzamos a buscar fórmulas y se nos ocurrió algo padrísimo y creativo”.
“Nació así la campaña llamada Ayúdanos a ayudar, en la que se conjugaba la filantropía y el negocio. Consistía en pedir a las personas que trajeran sus trajes viejos a nuestras tiendas y a cambio recibían un certificado por $2,000 y la oportunidad de adquirir uno nuevo por $4,000”.
“Conseguimos un súper precio por los volúmenes de compra que hicimos, de tal suerte que ganábamos una utilidad interesante, claro beneficiando al cliente. Cuando formamos por fin los trajes, recuerdo que eran filas impresionantes de ropa. El destino final fue donarlos a maestros de bajos recursos a través de Sólo por ayudar”.
“Cuando terminamos la campaña la marca resultó beneficiada en todos los aspectos y comprendí entonces que el límite en los negocios es nuestra imaginación”.
Por todo lo anterior Michel asegura que un buen empresario basa también su éxito en la imaginación, lo único que necesita es aprender a hacerlo sin tener miedo.
Los consejos de Michel Domit para las Pymes:
• Los guerreros nunca se cansan.
• Los fracasos son aprendizajes.
• Nunca veas tu negocio como un changarro, velo siempre como un emporio.
• Imagina.
• No existen los límites.
• Date cuenta de que eres un líder de poca o mucha gente.
• Tienes la obligación de tratar bien a tu gente, capacítala, prepárala y mejora su nivel de vida en todos los sentidos.
• Sueña en grande, sé perseverante, no te agobies y busca servir a los demás.
• Siempre escucha la voz que te guía.
Sólo nos resta agradecer a Michel Domit el haber compartido con nosotros sus secretos y experiencia en el mundo de los negocios, así como hablarnos de la fórmula para construir una marca con alma.
Gracias Michel.